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María Dolores Arenas

Intervención 49

La montaña solitaria

•Porque el cuento nació para enseñar la vida al niño.
•Porque el cuento es soporte educativo de valores y contravalores
•Porque los valores es una semilla que se planta en la infancia.
•Porque sin valores no hacemos un mundo más humano y feliz.
•Porque no se puede vivir en solitario, sino en solidario.
•Porque la autoconsciencia se desarrolla con la convivencia.
•Y porque la gratuidad para dar y recibir es un gran premio y
la distancia más corta entre el hombre la verdad es un cuento.

Y por muchas razones más, existen cuentos que son como las huellas en el camino de la vida que nos acercan al proceso de convertirnos en seres racionales. Y, aparte, existen animales irracionales más o menos adiestrados en los que el cariño, el alimento o la fuerza decidirán su respuesta y actitud.
Esta dinámica define posturas.

La montaña solitaria

Había una vez una pequeña montaña
pedregosa, aislada y solitaria.
La tierra de su suelo no tenía
ni un árbol ni una planta ni una semilla.

El viento gris siempre la azotaba
Las nubes cargadas de lluvia se alejaban
Todo brote de vida moría
si asomaba cualquier día.

Tan triste estaba la montaña
que se puso a llorar desconsolada
y tanto, tanto lloró
que de su corazón un manantial brotó.

Sobrevolando por encima,
llegó una golondrina.
Tenía mucha sed
y buscaba agua para beber.

La montaña, al verla,
se puso muy contenta.
−¿Quién eres tú, pájaro hermoso? –preguntó.
−Soy la golondrina -respondió

−Busco a la Primavera desde hace días
y la noche se avecina.
He parado aquí para descansar y beber
y mañana volaré otra vez.

−Bebe lo que quieras de mis nuevas aguas,
Antes de mí no brotaba nada.
pero, ¿qué es la Primavera? −preguntó la montaña.

−Primavera es la estación del año
la mejor para nosotros, los pájaros.
No hace frío ni calor
y los días se alegran con sol.

Los pájaros que con el frío emigramos
volvemos de nuevo a disfrutar del cambio.
Las semillas de las plantas germinan.
Sus tallos y sus brotes hacia el cielo caminan.

La naturaleza se tiñe de verde
y la vida animal aparece de repente.
Nacen los pequeños insectos, larvados en huevos.
Despiertan los grandes osos con sus retoños.

La tierra se llena de ruidos y aromas
y el color de las flores todo lo adorna.
La belleza del campo es tan espectacular
que no puedes dejar de admirar.

−Ay, golondrina –dijo la montaña−,
te lo suplico con el alma.
Si tú eres mensajera de esa hermosa Primavera,
¿por qué no la traes que yo la sienta?

Ya ves que tengo abundante agua.
Un manantial brotó con mis lágrimas.
Sólo me falta vida vegetal y animal,
que quiera contigo hasta aquí llegar.

−¿Sabes una cosa, amiga montaña? –contestó la golondrina.
Hablaré con Primavera a toda prisa.
Ella tiene que saber
que aquí se la espera también.

Y volando, volando marchó golondrina
a buscar a Primavera con alegría.
Cuando al fin la encontró
un magnificó plan entre ellas surgió.

Primavera alertó al viento,
que, soplando con suavidad,
transportó y esparció semillas por su suelo.

Primavera alertó a las nubes,
que viajaron cual ejercito
a regar la tierra con sus aguas dulces.

Golondrina habló con los pájaros,
que, en bandadas, por parejas,
hasta allí se desplazaron.

Golondrina convenció a los insectos,
que, a lomos de los alados,
llevaron capullos, crías y huevos.

Al poco tiempo de esta repoblación,
la vida empezó a brotar sin ton ni son.
Primavera, con pinceles de mil colores, pasó
y hojas, flores y frutos, con gusto, coloreó.

El sol al pasar se detenía,
calentaba pero no ardía.
La montaña estaba llena de vida,
gracias a esa amiga golondrina.

Su tierra no estaba muerta y vacía.
En el silencio de la noche,
el cauce del manantial aumentaba
con lágrimas de alegría.

Actividades para el aula

•Interrumpir la lectura arbitrariamente y solicitar predicciones.
•Hacer una expresión plástica tras su lectura. Dibujar al recuerdo.
•Continuar la historia con cuartetas rimadas “aabb” en grupos: “Un día…”
•Trabajar la figura lingüística de prosopopeya o personificación.
•Redactar un nuevo final.
•Despertar un dialogo constructivo con el trasfondo de la historia.
•Entrenar el turno de palabra y el respeto a las opiniones.