Intervención 35
La lectura del ayer

Montañas y montañas de libros recuerdan a miles y miles de lectores que se estremecieron entre sus páginas, vivieron con ellos otras vidas próximas y lejanas y ahí quedaron sus huellas para siempre.
Esta intervención es un homenaje a ese autor creador de ese libro infantil, juvenil o adulto que descubrimos en nuestro paseo lector y a esa obra que, salvándola del olvido, quedó inmortalizada en el pensamiento y en el corazón para muchas vidas.
Despertar el gusto lector hoy no es fácil. Las páginas de un libro lleno de letras quizá no son tan atrayentes como el movimiento colorido de escenas y retos que reclama el juego con el móvil o el ordenador. La competencia se impone y es desleal con la palabra impresa.
Pero el buen lector no nace, se hace y se propicia desde la cuna con quien dispone el oído a la escucha, con ese contador de historias que despierta el interés por ellas y las va regalando, con quien selecciona y facilita un material a la medida de intereses lectores y entonces la magia del propio libro te convierte en sujeto paciente y agente del gusto lector que graba de por vida.
Pero, grande o pequeña, todos tienen su carrera lectora en la narrativa Infantil, juvenil o adulta.
Sirva la intervención como una discreta bibliografía, seleccionada por los participantes en una encuesta, para alumbrar ratos y espacios vacíos de unas vacaciones donde el libro de texto se olvida y el placer de leer se ensancha con historias que hacen vibrar y transportan al pasado, desgranan el presente y fabulan el futuro.
A la pregunta: ¿Qué libro del ayer has salvado en tu memoria?
Los interrogados contestan:
En la primera franja lectora muchos niños resumen su paseo lector por series protagonizadas por un mismo personajes involucrado en distintas aventuras.
Al grito de “hay que leer”, a veces se impone “mi gusto”.
Años de edición, plataformas y formatos, incluso lanzamientos a la gran pantalla avalan el éxito de algunas muestras singularizadas por los lectores, que incluso navegan por páginas centenarias persiguiendo a sus héroes. Cuentan con numerosas reediciones y traducciones internacionales, amparadas por colecciones que aseguran su supervivencia.
Un ayer y un hoy glorioso para Autores e Ilustradores que trabajan unidos al son de un dúo perfecto


Literatura juvenil
Esta franja de edad predispone a perfilar al niño o adolescente buen lector. En realidad el tránsito lo decide el número de páginas y pasar de un libro totalmente ilustrado a un libro con alguna ilustración secuencial y permite más variedad de problemáticas acordes a su personalidad. Los autores se multiplican.
El descubrimiento y la selección puede estar ligada a lecturas declaradas como obligatorias en centros escolares cuyas temáticas y buenos escritores han sabido captar y despertar intereses. Un programas de apoyo familiar, una buena biblioteca de aula y buenos animadores que saben y conocen material para facilitar continuamente el préstamo individual ayudará a potenciar y perfilar ese gusto lector.
En este periodo nacen títulos que quedarán grabados para siempre y con una característica muy destacada: el descubrimiento del Autor que, leído una vez, conquistó su fondo y forma y llega la búsqueda de más obras del mismo. Es el caso de Roald Dahl o Jordi Sierra, los más seleccionados. Y así ese escritor se individualiza en el recuerdo, multiplica adictos con el boca a boca y su obra queda rescatada del eterno olvido gracias a repetidas ediciones actuales y al gran servicio de las Bibliotecas, que recogen hoy todos estos títulos destacados hoy y además los facilitan por préstamos interbibliotecarios.
Algunas muestras saltan de las estanterías de abuelos y padres para llegar a nietos e hijos. Y a pesar de los años, no consienten que las motas de polvo estropeen y malgasten sus páginas.


Recetario literario
• Los libros de lectura nunca pueden ser objeto de examen. No hay que aprenderlos de memoria.
• No al resumen argumental sino a saber sintetizar en cuatro palabras la historia para organizar el pensamiento: “Es un canto a la amistad, a la diversidad”. “Relaciones familiares”. “Querida infancia”. (Sondeo de alumnos).
• No a trabajos sobre libros leídos sino sesiones orales de “Libro fórum” sobre las muestras. Así se expresan opiniones en voz alta, y se entrena y educa el turno de palabra.
• Reunión con padres para proponer plan lector: el fracaso escolar está muy ligado a la falta de animación a la lectura. Leer las mismas propuestas de los hijos facilita espacios para el dialogo, conocimiento, comunicación y desarrollo del pensamiento crítico y constructivo.
• Dotar la biblioteca de aula: Cada alumno dona un libro al trimestre.
30 alumnos × tres trimestres = 90 ejemplares distintos o títulos repetidos. Indispensable que el animador conozca muestra y las haya leído para poderlas seleccionar y recomendar, si no, cómo va a animar. Y al próximo año, más.
• Plantear la Animación a la lectura como asignatura dentro de horario escolar al menos un día a la semana y con un especialista que conozca técnicas, títulos y dinámicas para despertar desde edades tempranas el placer de leer y escribir.
Material y bibliografía para pre-lectores
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