Intervención 24
El paseo de Doña Urraca
El paseo de Doña Urraca
Una mañana encendida
de aire transparente y sol
miró afuera Doña Urraca
y de su casa salió.
Como iba a dar un paseo,
y por si hacía calor,
decidió llevar sombrilla
y de su casa salió.
También podía hacer frío:
gorro y bufanda tomó,
se los puso con gran prisa
y de su casa salió.
¿Y si llovía, qué haría?
podía esconderse el sol.
Llevó además el paraguas
y de su casa salió.
Quería estar elegante
por si encontraba a un señor:
se puso tacones altos
y de su casa salió.
Por parecer gran señora
se puso sombrero alón,
una falda de volantes,
y de su casa salió.
Le faltaban los pendientes
esos de rojo color,
los enganchó entre las plumas
y de su casa salió.
Cuando iba a emprender el vuelo
una urraca allí pasó
ella le dijo: “Buen día”.
Y de su casa salió.
Pero la otra, asombrada,
al verla así se rió.
Y Doña Urraca, muy digna,
a su casa se volvió.
Dejó sombrilla, paraguas,
gorro y bufanda dejó,
y se sacó los zapatos,
se quitó el sombrero alón,
y la falda de volantes,
y el collar, que se enredó,
por último los pendientes.
Todo, todo se quitó.
Taller de poesía
“El paseo de Doña Urraca”
María de la Luz Uribe nos regaló este poema. Al jugar con él hacemos a ambos más inmortales.
Llevar al aula a Doña Urraca significa apostar por otra prometedora sesión de encuentro con la poesía muy divertida, muy creativa, idónea para desinhibir y hacer participar a todos los alumnos, mientras reclama su atención y les garantiza una carcajada constante.
La plasticidad de las palabras sugeridas en cada estrofa permite ser protagonistas subjetivos de la historia donde el uso de la adivinanza, el acierto, la sinonimia y la interpretación la enriquecen al tiempo que la declamación del poema convierte a nuestra urraca en especial e inolvidable.
Dinámica para el aula
•Se distribuye la clase en 5 grupos. No importa el número de integrantes.
•Se fotocopia el poema. Hay 10 estrofas, la última más larga, y se reparten dos estrofas a cada grupo.
•Cada grupo se reúne en un extremo del aula para ensayar cómo recitar sus estrofas sustituyendo todas las palabras subrayadas en el texto, en negrita, por gestos, con mímica facial y corporal. Solo las palabras subrayadas, el resto las leen todos a la vez. Las imágenes utilizadas son sumamente plásticas y es muy fácil, divertido y sugerente mimificarlas. En caso de dificultad, se inicia alguna sílaba del comienzo y los demás la terminan: “con gran pri…sa”, “Se…ñora”. Se pueden añadir más palabras a criterio.
La segunda parte del juego supone y trae la risa descontrolada.
•Se reparte a cada grupo la fotocopia del poema entero y se vuelven a reunir en su rincón para ensayar la actuación siguiente. Después:
•El primer grupo recitará sus dos estrofas con dolor, mucho llanto y pesar.
•El segundo grupo las recitará las dos siguientes con risas, mucha risa.
•El tercero grupo, con gesto altivo, solemne, dándose importancia.
•El cuarto grupo recitará como si fuera un niño pequeño, a media lengua.
•El quinto grupo las cantará y bailará al aire de Sevillanas. Suena eso de:
“Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va”… ¿Música?
•Tras la actuación de cada grupo, todos adivinan el sentimiento expresado.
Una vez restablecido el orden en clase, cesadas las risas, todos a la vez recitan el poema entero, sin prisa y sin pausa, con auténtica entonación. Es el tono que exige cualquier poema en el que se pone alma y vida en recitarlo. Quedamos que… Poesía es :
“Mirar, escribir, leer o recitar un realidad desde los ojos y el sentimiento del alma”.
También puede resultar interesante plantear un coloquio con el tema sugerido por el poema ¿”Importa el qué dirán, sí, no, por qué”?. Cualquier texto abre la puerta a la introspección y al espíritu crítico.
Una jornada inolvidable patrocinada por “El paseo de Doña Urraca” que ha concluido con la grabación textual en la memoria de unas estrofas que heredará otra generación.
Gracias, María de la Luz Uribe. Mis alumnos de Magisterio la inmortalizaron en foto y video. Su éxito garantizó su juego en diferentes clases y cursos.