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María Dolores Arenas

Intervención 3

El pollo Pepe. Nick Denchfield. E. SM

El juego con las imágenes

Continúa la tarea de despertar la memoria, trabajar la atención y abrir la mente del niño, en el día a día constante, a través de esa gran variedad de materiales que tenemos a nuestra disposición, convirtiendo cada muestra en un atrayente juego en el que el niño se involucra totalmente.

Tenemos a nuestro servicio abundantes ejemplares para trabajar con la imagen la enumeraciones de distintos elementos, animales, objetos, colores, iniciar la lateralidad: arriba, abajo, dentro, fuera; tamaños, números, letras… Eso significa muchas veces instrumentalizar sus áreas de aprendizaje, que no es tan válido para las historias, pero ahora es el momento de enseñar la vida al niño desde  perspectivas importantes de situación y reconocimiento de su entorno y, jugando, familiarizamos con enseñanzas vicarias.

Algunos libros tienen solapas que esconden algún elemento del itinerario: animal u objeto. Las dinámicas que aplicaremos para su uso son múltiples, al gusto personal, pero siempre teniendo en cuenta unas constantes:

• Hacer participar siempre al niño. Cualquier material debe convertirse en “Interactivo”.

• Aplicar una rutina sencilla, con mínimas palabras, siempre las mismas, que la escucha entrenada del pequeño memorizará.

• Acompañar todo con un sonido,  un gesto; puede ser golpear suavemente la solapa antes de abrirla, contar: “Una, dos y… tres”, “Chan ta ta… chán”. Muy pronto el niño identificará el libro por el golpe, y lo dará, o las palabras y concluirá.

• Trabajar con asiduidad el mismo material, combinando las dinámicas y el niño elegirá al gusto y siempre contando con que la propia creatividad e iniciativa del adulto pueda sugerir variadas y diferentes aplicaciones. Cualquier material no es para pasar las cuatro páginas que tiene y ya está. Sirve para mucho más tiempo, agotando todas y más posibilidades.

Hay muchos títulos y con diferentes texturas para que bebés los puedan manejar sin romperlos: tela, plastificados, que denominan para el baño. Pero, cuidado, no hay que viciar situaciones: el baño no es lo más idóneo para un libro. Luego pueden bañar uno de papel y ya viene el problema: ¡Nooo!. Algunos, presionando botones, emiten sonidos que reproducen las voces de los animales.

Todos se pueden utilizar como simples libros de imágenes o montar un mínimo relato, con mínimas palabras y siempre las mismas y sin olvidar la intervención del niño.

Un video orientativo y algunas muestras de bibliografía.

Pop-up ¿Dónde está? La granja. E. Bruixola

En Instagram, #mariadolorestecuento, el video “Material para jugar con niños” aplica técnicas para algunas de las bibliografías citadas a continuación..

Bibliografía

Otras muestras acercan al niño animales domésticos, salvajes, nocturnos, peces, insectos… que esconden una parte de su anatomía y su evidencia conduce al acierto como resultado de un juego gratificante que él reclamará.

Muy idóneos resultan en estas edades los Pop-ups de monografías de personajes que aportan ya una mínima información de sus peculiaridades y exhiben solapas sorprendentes con gran variedad de títulos.

El pollo Pepe se ha convertido en un clásico contemporáneo y pasea con distintos títulos por distintos ámbitos. Él y sus amigos son el preámbulo de mínimas historias secuenciadas que exhiben algunos de sus atributos: La cerdita Clea, La rana Ramona, El pájaro Paco, El perro López.

Aprovechando e innovando este material, lo hacemos interactivo; inventamos situaciones y montamos un pequeño relato, muy sencillo, con los personajes mientras exploramos la imaginación, resolvemos pequeños conflictos, trabajamos la expresión oral, entretenemos y compartimos tiempo productivo. Sirva este ejemplo:

Ponemos los tres libros de pie, abiertos por sus grandes hojas desplegables. Pepe invita a Clea a buscar granitos de trigo para ser grande como su mamá. Clea quiere ir a revolcarse en barro como su tío y el perro López sugiere jugar al pilla-pilla con los gatos. ¿Qué harán?. Un dialogo participativo e improvisado con el niño puede resolver la situación.

El adulto sugiere, inicia la trama lanzando las preguntas y el niño va resolviendo desde sus respuestas.